La segunda revolución industrial representa una transformación, la evasión es constante y las personas quieren aferrarse a un estilo de vida. París como epicentro está obstinada a no preocuparse por el estado del tiempo, haciendo de estos cambios e innovaciones un claro ejemplo de las nuevas ideologías formadas en la época. Sin embargo, nuestros personajes al no querer afrontar estas mutaciones, ven como única salida aferrarse a su mundo. En el caso de Bill y Harry, estos personajes comienzan a encajar a la perfección debido a el libertinaje y la apertura hacia el mundo gay de la fecha.

El consumo se vuelve una forma de expresión personal, lo cual nos da a nosotros los directores de arte, la oportunidad de expresar sus personalidades y valores a partir de sus objetos. Además, estos provienen de movimientos artísticos muy marcados y con ideologías claras. Lo que refuerza la idea de una sociedad que aparenta a través del uso y el consumo; debido al afloramiento de la cultura material.